PENSAMIENTOS BATIK
(EB-6 de setiembre de 2010)
Cuando se publicita el dictado de un Taller de Batik por el suscrito, siempre hay llamadas, opiniones, argumentos varios, y respondo con la mayor claridad al interesado. Parece que la gente duda de los cursos que se anuncian, porque en el medio hay mucha informalidad que linda en la estafa. Personalmente manejo otra perspectiva con respecto a mi imagen y al nombre que como artista y docente me he ganado en casi 50 años de ejercer ambas actividades. Los antecedentes de esa imagen están en los buscadores de Internet, en las empresas internacionales que avalan la venta de obras mías siempre originales, las instituciones de nivel donde ejerzo o he ejercido la docencia, pero sobre todo la manera cómo suelo mostrarme ante los demás y conmigo mismo.
No dicto curso de batik todas las semanas y a cualquier persona. Sólo para los que muestran interés y los que están dispuestos a entregarse a este arte milenario como la mejor hazaña de su vida como artistas. El batik es un arte y quien lo enseña es otro artista…por ello programo un taller de 4 clases de 3 horas cada semana y con un costo que permita llegar sólo a quien entiende que lo bueno, debe costar. Y el tiempo que se toma el taller debe ser para ir experimentando en privado, lo que les enseño en grupo. Es la oportunidad en la vida de muchos, es como el alumbramiento de una vida personal al conocer y descubrir su potencialidad creativa, y una veta económica con la venta de su producción en pareos, polos, ropa de uso personal, mantelería, ropa de cama, cuadros decorativos, corbatas, tapices, pantallas, etc. Nunca alguien que toma un taller de batik puede olvidar lo que le enseño, y si eso sucediera, tiene la manera de contactarse conmigo para preguntar, pedir orientación, y volver a experimentar sus conocimientos.
Me siento contento de haber llegado con el batik a ciudades del Perú y el extranjero desde la década del ’70 cuando lo aprendí en el Canal Zone College de Panamá. No me hubiera gustado enseñar las técnicas a miles de personas, me contenta que siempre su aprendizaje sea exclusivo, a pocas personas. A las que muestran interés por sacrificar algo, para ganar mucho. A los que sin malicia piensan en un futuro sin penalidades, a un presente de aprendizaje y creatividad al lado de quien lo enseña. Si ahora que me lees estás dispuesto a tomar un Taller de batik conmigo, piensa, decide y entrégate a este maravilloso diálogo entre las telas y los tintes, la cera y los pinceles, pero sobre todo en la confianza depositada en quien enseña y la espera del excelente resultado del aprendizaje.
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