¿CÓMO CONOCÍ EL BATIK?
(EB-Lima, diciembre 2008)
Ciudad de Panamá 1972. Recién casado con Gladys Isaacs. Visitas sabatinas al Canal Zone College, para estudiar batik javanés. La profesora: esposa de un cónsul americano. Con muchos meses de embarazo de nuestra hija Carla Paola, mi esposa no puede viajar en su MG, y menos posarse sobre el piso del taller para dibujar. Entonces me convierto en estudiante obligado de la técnica y solución de problemas domésticos.
Fue mi segundo encuentro con el batik. El primero fue en Lima en la década de los ’60, cuando en el Museo de Arte Italiano aprecié la obra de una artista israelita llamada Talila Bhen Pora. Eran cuadros verticales muy grandes, parecían proyectados con la idea de convertirlos en vitrales. Sus colores eran muy oscuros, pero la técnica me interesó.
Los batik que trabajamos mi esposa y yo en esa época, tenían los colores alegres de los países del Caribe. La técnica era radiante, bella, sin duda de formatos no mayor de un metro. Me había enganchado con la técnica, inicié la investigación, entré a la soledad de su creación y a la diversidad de expresiones que el batik tiene en diferentes objetos y múltiples usos.
De regreso al puerto del Callao en el trasatlántico “Giuseppi Verdi”, y en nuestro viaje de varios días desde Puerto Cristóbal (Panamá), recuerdo haber trabajado en el mismo barco un juego de sábanas con tinturas naturales para dejar de obsequio a una pareja de amigos matrimoniales en Guayaquil (/Ecuador).
Llegados a Lima durante el gobierno del general Velasco Alvarado. Días después asistí invitado por un programa femenino que dirigía la argentina Linda Guzmán en canal 4 de televisión para una entrevista, me comprometió para un desfile de modas de la novedosa técnica que en Lima, no se conocía. A pocas semanas sus modelos desfilaron en la pasarela luciendo mis creaciones: batas, salidas de playa, pareos,. Short, bufandas, zapatos, carteras y otros trabajados en varias técnicas de batik
El éxito fue tal que fui invitado a dictar cursos en diferentes instituciones de Lima, Arequipa, Cuzco, Tacna, Trujillo, Piura, Chiclayo, Toquepala, Ilo, etc. Después vino la invitación para varias ciudades extranjeras. Para entonces, había conocido más técnicas, había creado otras, y mi trabajo como artista era conocido por ser el “introductor de las técnicas del batik” en el Perú.
El tiempo ha pasado, las técnicas han madurado en mi mente y en la destreza de mis manos. Mis alumnos, aprenden los secretos del batik, para que lo retransmitan a otras generaciones de peruanos.
Nada tiene importancia en la vida de un artista, si guarda secretos por egoísmo. Lo que se enseña, debe la tradición mantener viva en la generación de artistas, artesanos y creativos de nuestro mundo.
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